La prevalencia de regiones no codificantes de ADN en el genoma de humanos y muchos otros organismos eucarióticos ha sido objeto de controversia durante mucho tiempo. El ADN está compuesto de áreas alternas llamadas exones e intrones . Cuando el ADN se transcribe a ARNm (el primer paso de la síntesis de proteínas ), los intrones (de las “regiones intragénicas”) se separan antes de que se forme la secuencia final de ARNm. Los exones pasan a formar parte del ARNm y pueden codificar aminoácidos implicados en la formación de proteínas. La función de los intrones ha sido un misterio, y su ostensible superfluidad ha hecho que algunos se refieran a ellos como “ADN basura”.
Se han desarrollado numerosas hipótesis para explicar la existencia de los intrones. Algunos han sugerido que son simplemente reliquias de viejos genes que ya no nos sirven y, por lo tanto, se han vuelto no funcionales. Otros han postulado que el ADN basura proporciona un amortiguador alrededor de los genes integrales para evitar que se corten cuando partes de los cromosomas se “ cruzan ” en la meiosis. Pero muchos otros científicos no se han sentido satisfechos con la sugerencia de que una porción tan grande de un genoma (según algunas estimaciones , hasta el 97%) tendría un papel pasivo, o incluso sin sentido.
Incluido en ese grupo está un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania , que han descubierto un papel importante en la función celular que desempeña un intrón. En2005 , descubrieron que las dendritas , los brazos en forma de rama de una neurona que reciben información de otras células neuronales, tienen la capacidad de empalmar ARNm. Anteriormente se pensaba que esto ocurría solo en el núcleo de las células. Más recientemente, el grupo descubrió un ARNm fuera del núcleo que contiene un intrón. El ARNm codifica para una proteína importante para el funcionamiento de la dendrita.
Cuando el grupo eliminó el intrón del ARNm y dejó una molécula de ARN empalmada en la célula, las propiedades eléctricas de la célula se volvieron irregulares. Ellos creen que el intrón juega un papel integral en la conducción del ARNm a la dendrita, y puede estar involucrado en la determinación de cuántos ARNm se llevan allí para formar canales de conducción eléctrica. Para cumplir esta función, la dendrita puede separar el intrón del ARNm y luego incorporarlo a la propia dendrita. Los detalles aún no son seguros, pero lo que está claro es que este intrón en particular tiene un papel esencial en la célula, lo que cuestiona aún más el apodo de “ADN basura” e invita a más investigación sobre la mayor parte de nuestro genoma.
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