La percepción extrasensorial, o ESP, es uno de los fenómenos paranormales más ampliamente aceptados, con casi la mitad de los adultos en los Estados Unidos afirmando su existencia. Bajo la rúbrica de ESP se encuentran los procesos mentales que se consideran fuera del rango normal de pensamiento, como predecir el futuro, leer la mente de otras personas (telepatía) y conocer eventos distantes a medida que ocurren (clarividencia). Los detractores afirman que nunca se ha presentado evidencia confiable de ESP, mientras que los partidarios afirman que han experimentado estos pensamientos extraordinarios, como saber que alguien iba a llamar justo antes de que sonara el teléfono.
Estas áreas son difíciles para los científicos porque, aunque no existe evidencia científica que respalde tales afirmaciones, también son muy difíciles de refutar. Es claramente posible que alguien crea que tuvo una sensación extraña en el mismo momento en que un amigo estuvo involucrado en un accidente automovilístico. Un científico podría argumentar, sin embargo, que la persona recuerda un escalofrío que normalmente habría sido ignorado, pero ahora lo recuerda junto con un evento perturbador. La asociación se hace después del hecho, pero se recuerda como si se hubiera hecho de antemano. Lo mismo se aplica al caso de pensar en un amigo, luego escuchar el timbre del teléfono y sorprenderse al escuchar su voz al otro lado de la línea. Es posible que hayas pensado en ella cientos de veces en la semana anterior a esta llamada, pero sólo se considera un evento memorable cuando el teléfono suena coincidentemente en uno de esos momentos. Quienes creen en la percepción extrasensorial pueden atribuir esto a la telepatía, pero un científico podría sugerir que esto se debe a la coincidencia y la tendencia humana a recordar cosas por asociación. Aún así, es difícil deprobar que no es por ESP.
Un grupo de psicólogos de la Universidad de Harvard está utilizando neuroimágenes para tratar de llegar al fondo de este problema. Samuel Moulton y Stephen Kosslyn usaron fMRI para estudiar a los participantes mientras veían estímulos ESP y no ESP. Los estímulos no ESP eran imágenes simplemente presentadas visualmente. Los estímulos ESP también se presentaron visualmente de otras tres formas. Primero, para medir la telepatía, se les mostró a los gemelos, parientes, parejas románticas o amigos idénticos de los participantes, que estaban sentados en otra habitación. Luego, para medir la clarividencia, se mostraban en una pantalla de computadora ubicada fuera de la vista del participante. Para medir la precognición, las imágenes se mostraban más tarde (en el futuro).
No encontraron diferencias en la forma en que el cerebro reaccionó a los estímulos ESP y no ESP, aunque hubo una diferencia en la importancia emocional que los participantes atribuyeron a los estímulos ESP. Este hallazgo respalda el concepto mencionado anteriormente, donde podemos asignar significado a un evento y luego correlacionar ese evento con una explicación paranormal. Los investigadores son los primeros en señalar que esto no prueba que la PES no sea real. Una vez más, es difícil probar que algo como la ESP no existe, ya que los defensores simplemente pueden afirmar que no se puede medir de esta manera (neuroimagen). Pero Moulton siente que esta es la mejor evidencia contra ESP hasta el momento.
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